Fue lo último que escuché antes de que colgase el teléfono.
Al llegar al lugar, supe que era él por escasa luz que hubiese, su amplia espalda cubierta por una sudadera que a su vez tapaba también parte de su cabello, dejando a ver simples mechones de pelo que caían hacia delante.
A medida que me iba acercando a él, mi cuerpo se iba acelerando poco a poco.
Me senté junto a él, lo mas cerca posible pero sin tener ningun tipo de contacto físico, simplemente le acaricié la rodilla para que empezase a hablar.
- "Sé que la he cagado, sé que ahora mismo no piensas en un futuro conmigo pero, escúchame, te quiero. Te quiero como jamás he querido a una chica. Eres totalmente diferente a todas con las que he estado, eres la excepción, eres mi excepción. Cuando te ví por primera vez, me gustaste pero cuando te empecé a conocer, dios, me volviste loco. Es la primera vez en mi vida que me arrepiento de hacer algo como lo que he hecho, el yo del pasado, le hubiese dado igual, pero al yo del presente le importas muchísimo, eres lo mas importante de mi vida. Y el momento mas duro por el que he pasado fue cuando te dejé marchar, llorando, sola y destrozada. Me sentí el hombre mas gilipollas del universo por dejar escapar un diamante para coger una piedra, porque tu eres mi diamante, tu eres mi tesoro. Y después de dejarte, después de intentar que me olvidases para no seguir haciendote mas daño, me he dado cuenta de que no puedo vivir en una vida en la que tu no estés a mi lado, y me he dado cuenta de lo mucho que te quiero, y de lo enamorado que estoy de ti. Esto es nuevo para mi, nunca ninguna chica me ha dejado tan marcado como lo has hecho tú. Por favor solo te pido que me perdones"